¿Cómo se defienden las dantas de los jaguares?

Contrario de lo que muchos pensarían, la danta es un poderoso animal y una aguerrida madre, que defiende ferozmente a sus crías cuando se siente amenazada.

 La última semana del 2019, caminábamos con 5 Amigos de Maquenque por la reserva, realizando una habitual caminata de monitoreo, reconociendo aves, verificando huellas y cualquier otro movimiento o actividad en nuestra área protegida.

Cuando de pronto, del bosque se escucha un crujir, las señas dan indicio de un animal grande, a 10 metros de nosotros, 250 kilogramos de pura fuerza, una enorme ejemplar de danta, que reclamaba por su espacio y nos hizo retroceder.

 Después de aquel momento todo fue magia, muchos hemos viajado hasta Corcovado para poder fotografiar este animal y tener un encuentro cercano. A pesar de que muchas veces nos hemos encontrado huellas, jamás me esperaba aquel encuentro y mucho menos por tantos minutos.

Les prometí a los 5 Amigos de Maquenque hacer un cuento para niños sobre la danta y aquí esta;

La danta es un herbívoro muy grande, el más grande de América, se la pasa todo el día comiendo brotes del bosque, humectándose la piel en el lodo, descansando en escondites en medio del monte, o quitándose las garrapatas en el pasto navajuela (pasto que es común en Reserva Natural Maquenque, que tiene mucho filo y corta como navaja). 

El trabajo más importante de la danta es esparcir las semillas por el bosque, como se la pasa todo el día comiendo, para darle energía a ese gran cuerpo, también tiene la necesidad de ir muchas veces al baño, pero como en el bosque no hay baño, debe de hacerlo detrás de un palo o en algún escondite por ahí.

Si la danta no se esconde y esconde también su excremento, el feroz jaguar las busca por el bosque, esperando el momento que pueda atacar. En el excremento de la danta se encuentran muchas semillas de frutos que también anda comiendo por ahí, ya una vez en el suelo, tiene su debido fertilizante para que nazcan muchos nuevos árboles (nueva vida).

La vida de todos los animales y todas las especies, es nacer, crecer, reproducirse y morir. En el bosque el jaguar busca las pequeñas dantas, que son presa fácil, pues sus papás son muy grandes y tiene muchos trucos de combate contra el feroz felino, como pasar por el medio de las raíces y navajuela, para quitarse de encima el felino.

El jaguar es el mayor carnívoro terrestre del continente americano, se les ve cazando lagartos, pesadas tortugas, a todas sus presas las ataca por la espalda, matando de un solo zarpazo, utilizando su visión y capacidades de escalar por los árboles, saltando y sorprendiendo a cualquiera.

Sin embargo, la danta no es cualquiera, patea, atropella, embiste y aguerridamente defiende a sus crías cuando se siente amenazada. Corren a 50 km/h con cuatro pastas y cada pata con tres grandes dedos como cascos de caballo.

Hay un relato que data en el 2019, en la Cruz de Guanacaste, sobre un aventurero que trato de tocar a una danta, que tranquilamente comía naranjas de una gran plantación. El animal se vio acorralado, los testigos cuentan, que el herbívoro saltaba golpeando las patas traseras unas con otras, con la capacidad de aplastar un hueso de un humano.

La danta y el jaguar son animales adorables, que fueron puestos en la tierra, cada uno con funciones específicas, el jaguar se encarga de que no exista una sobrepoblación de dantas, y de esta forma no se coman todo el bosque. Por esto es importante mantener los ecosistemas sanos, para que puedan coexistir muchas especies en un solo lugar y cumplir la ley de la vida.

Es necesario entender que los animales, las plantas, los árboles y el ambiente en general, se debe de respetar, para que podamos convivir muchas especies de manera linda y sana.

Raúl Araya Badilla

Director Reserva Natural Maquenque

 

Cinco amigos de Maquenque, después de compartir con una danta por 5 minutos (Sol, Caliope, Sergio, Ana y José).

Cinco amigos de Maquenque, después de compartir con una danta por 5 minutos (Sol, Caliope, Sergio, Ana y José).

Escondida a unos pocos metros, nuestra protegida amiga.

Escondida a unos pocos metros, nuestra protegida amiga.

Huellas de danta

Huellas de danta