300 Amigos de Maquenque

“En cada caminata con la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que busca.”

John Muir

(Naturalista, escritor, conservacionista y fundador del Sierra Club)

 Las niñas y niños de Boca Tapada, en Pital de San Carlos, no saben quién es Greta Thunberg, ni la COP 25 ni “Fridays for Future”. Tampoco entienden mucho de la descarbonización de la economía ni del calentamiento global.

Sí entienden y saben, lo que es un árbol de almendro de montaña, el cual le da cobijo y alimentación a la lapa verde.

Saben también, que tanto la lapa verde -Ara Ambiguus- como el almendro de montaña -Dipteryx Panamensis-, están en peligro de extinción porque interactúan todos los días, en su realidad, que es el “Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Maquenque”, en el norte del país, que colinda con el Río San Juan y el hermano país de Nicaragua.

Si te detienes en alguna esquina del Refugio, pronto descubrirás la presencia constante de las aves y un silencio que solo es interrumpido por su actuar protagónico. Reclaman su espacio y lo ejercen.

En estos días, muy próximos a las celebraciones de la Navidad y en el marco del fortalecimiento del trabajo de la “Reserva Natural Maquenque”: esfuerzo privado de conservación, se llevó a cabo una actividad, que por su simbolismo, hincha el corazón de esperanza.

Niños y niñas de las comunidades vecinas de Boca Tapada, compartieron una fiesta navideña y, previo a ello, tuvieron una jornada de reforestación, donde sembraron cerca de 300 árboles de almendro de montaña. Dicha actividad fue co-organizada por la Reserva Natural Maquenque, con la colaboración de Macaw Recovery Network, Transporte Carritour, Carritour, Mirador El Pizote y Sonati Costa Rica. También tuvo el apoyo de Skyline Tours, il Viaggio Travel, Asotranstur CR y Productos Viena.

Recuerdo que con Raúl Araya -actual Director de la Reserva Natural Maquenque-, hace ya varios años, nos sentamos a conversar de la posibilidad de realizar un proyecto de conservación en esta zona.

Ambos inquietos por los temas de conservación y turismo de naturaleza, pensábamos en opciones.

Después de múltiples conversaciones y varios viajes de trabajo a Maquenque, descubrimos las enormes posibilidades que un proyecto de esta naturaleza podría tener.

Decidimos invitar a diferentes amistades a conocer el lugar y la propiedad en concreto, para pedirles consejo y asesoría. Entre ellos recuerdo que llevamos a Don Alfio Piva, a Don Carlos Avendaño y a Don Amos Bien (qepd).

Mientras caminábamos por la finca –con las anécdotas propias de caídas y equilibrios complejos-, escuchábamos sus ideas y las valoraciones de emprender tal aventura.

Propuestas nunca faltaron y se trabajó en varios escenarios de seguimiento. El objetivo era ese. Comprender lo difícil del emprendimiento, renovando energías en el desarrollo de un proyecto de vida.

La Reserva Natural Maquenque sigue siendo una iniciativa en construcción, incluso hoy, a finales de 2019. Sin embargo, ya no es aquel sueño de borradores y buenas intenciones.

Las cámaras-trampa, empiezan a hacer su trabajo y el jaguar, junto con otra fauna local, ya posaron para las fotos de rigor y confirmaron su presencia y dominio.

Alguna infraestructura básica, ya interrumpe senderos y preludia convivencia.

Es así, que conforme han pasado los meses y años, las ideas han ido madurando y las alianzas locales, empiezan a darse. Ningún esfuerzo de esta naturaleza, puede ser ajeno a la realidad más inmediata: sus actores y protagonistas. Ya se trabaja con ellos. También se vislumbran oportunidades de organización conjunta y se dejan atrás viejos fantasmas, de división entre desarrollo y conservación. Hoy en Maquenque, son múltiples los emprendimientos, relacionados con turismo de naturaleza y se espera que sigan creciendo y se consoliden. De alguna manera, decimos, todo está por hacer. También se va comprendiendo, que existen opciones de generar empleos de calidad y conservar la naturaleza. Difícil sí, pero no imposible. Tampoco la zona es inmune a la presencia de nuevos cultivos –piña por ejemplo-, que colonizan montaña y modifican el paisaje, con los consecuentes impactos.

Pero a pesar de ello, los “Amigos de la Reserva Natural Maquenque”, ya estamos armando nuestro propio rompecabezas y plan de trabajo para el 2020.

Hace unos días, regresé de nuevo a Maquenque.

Pasó bastante tiempo. Raúl, me invitó a una nueva jornada de reforestación y fiesta navideña para niños de las comunidades cercanas a Boca Tapada. Pude comprobar que la alegría se traduce en esperanza. Que el bosque les es propio: hace parte de su día a día y su entorno. Que sus dibujos y sonrisas se expresan en comunión con su flora y fauna circundante. Que sí, que son trescientos almendros de montaña sembrados, pero mil esperanzas de presente y futuro, por un sendero diferente. Que en las nuevas generaciones es que se expresa la calidad de vida que queremos. Qué solo generando opciones de trabajo dignas, podemos aspirar a conservar nuestra naturaleza. Y que sí es posible, dibujar nuevos modelos de desarrollo. La Reserva Natural Maquenque sólo quiere agregar un granito de arena!

Emil Rojas,

“Amigos de Reserva Natural Maquenque”

Proceso de reforestación de potreros, fotografía: Sergio Araya, junio 2019.

Proceso de reforestación de potreros, fotografía: Sergio Araya, junio 2019.

Raúl Araya cargando los almendros que facilitó Macaw Recovery Network, para la segunda reforestación.

Raúl Araya cargando los almendros que facilitó Macaw Recovery Network, para la segunda reforestación.

Almedros de montaña. Fotografía: Mauricio Araya

Almedros de montaña. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Los tigres, celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya

Los tigres, celebración de navidad y reforestación. Fotografía: Mauricio Araya